Desplegando la cadera de mujer

Fuensanta García Gil • 23 de noviembre de 2018

Desplegando la cadera de mujer

La manera en que yo llegué a tener noción de mi centro lumbo sacro fue como muchas otras cosas importantes de mi vida: desde las sensaciones contradictorias entre lo de dentro (lo mío) y lo de fuera (lo de otr@s).

Como tuve mi primera regla sobre los 10 años, a los 11-12 mi cuerpo estaba muy desarrollado. En esa época empecé a oír comentarios del tipo “ya es toda una mujer”, “vaya cuerpo se le ha puesto”, “es de cadera ancha”, “tiene las piernas fuertes”, y la peor de todas: “vaya culo tiene”. También notaba que las miradas hacia mí eran muy distintas.

Yo no entendía muy bien lo que pasaba. La cosa es que todo eso lo oía decir de mí, pero no me lo decían a mí. Y ahí creo que apareció un primer momento de desconexión con mi cuerpo y el atisbo de optar por cosificarlo y alejarme de sentirlo o sentirme en él.

Yo en aquella época lo único que sabía era que mi curiosidad hacia el mundo crecía y crecía. Como que algo tiraba de mi hacia afuera de otra manera. Todo lo que veía en el mundo era interesante y de colores brillantes y muy vivos.

Hoy día puedo imaginar lo que pasaba con mi cuerpo y mi movimiento, pero entonces yo no entendía nada… y entretanto iba recibiendo (o filtrando) mensajes que me llevaron a la conclusión: Fuensi, tu movimiento y las formas de tu cuerpo no son buenos. Este es un terreno peligroso. Y tú, así, eres peligrosa. 
Conclusión: quietecita estás mejor.


Claro, era una época muy reprimida en la que para ver una peli porno, la gente tenía que ir a Perpignan casi camuflados. Todo lo relacionado con el erotismo, la sensualidad y la sexualidad era asociado a pecado, a peligro, a silencio.
Es fuerte reconocer hoy día como pude capar toda mi vitalidad, la curiosidad, las ganas de descubrir, el deseo … todo ello a favor de ser obediente, de ser buena.

Me asusté porque, mientras por un lado tiraba de mí una fuerte energía que me invitaba a salir al mundo, para vivir y disfrutar, por el otro escuchaba que eso sólo me traería problemas y disgustos. Y lo más loco de todo: saqué la conclusión de que era culpa mía fuese lo que fuese lo que les pasaba a los otros conmigo. 


Así pues, me dije (sin saberlo) : “cadera, culo, tetas, curvas os tengo que esconder”. Para eso tenía que parar su movimiento y su expresión, y bloquear toda aquella energía que se despertaba y borboteaba sin cesar.

Y así siguió mi vida. En una sensación de estar embutida dentro de un corsé. Ese corsé estaba formado por mis locas creencias, miedos, sensaciones contradictorias, emociones reprimidas, impulsos mal aceptados y mal entendidos… 

Y mi cuerpo se empezó a achicar. Primero mis caderas poderosas, mi hermoso culo, mis atrevidos pechos fueron tapados tras ropa grande, contra más grande y asexuada, mejor (mi padre empezó a ver que de su guardarropa desaparecían camisa, cazadoras, hasta pantalones…). 

Y luego vino la época de no alimentar y nutrir al cuerpo para que todas esas formas se fueran borrando de él.

Sensualidad, erotismo, curiosidad, ternura, expresividad, ganas de disfrutar y sentir… todo se quedó apretado y mudo dentro de ese corsé; y el mundo se volvió de color gris.
Cuando empecé a moverme con conciencia, descubrí de repente la ola de energía que había detrás de mi centro vital. 

Poco a poco, me quité la vergüenza y los complejos de encima. Las ganas de descubrir y de sentir se abrieron paso como un tsunami por encima de todas aquellas antiguas ideas.
Hacer presente la energía de mis caderas, me abrió de nuevo a la alegría de hacer las cosas con placer y satisfacción.

 Se destapó el canal de mi creatividad, se animó mi intuición, me coloqué como mujer en el mundo de un modo sereno y fuerte, también más vulnerable y tierno conmigo y los demás. Aprendí a desplegarme  y a mostrarme, aún con mis miedos y prudencias. A mirar y dejarme mirar.

Tuve suerte ya que en todo eso lo aprendí acompañada por profesores y compañer@s que me dieron confianza y la mirada que yo necesitaba. Una mirada que era directa y clara… que me animaba y daba el permiso que de niña no supe leer.

Me fascina y entusiasma el trabajo corporal por esa capacidad de levantar creencias y bloqueos que de otra manera ni se reconocen y, por ende, no llegan a atravesarse.

El chacra sacro Svadhisthana es el segundo  chacra de la tradición hindú. Creatividad, vitalidad, sensualidad
cod. 04.05.18
Me encantará acompañarte a explorar y hacer presente toda esa bonita energía que tu Centro Vital   guarda en ti para ti.

CENTRO LUMBO SACRO -VITAL   [FLEXIBILIDAD, CREATIVIDAD, PLACER]
Centra tu energía y conecta con tu vitalidad y alegría.

Si te interesa profundizar, contacta conmigo y vemos agenda y disponibilidad

info taller
Sigue leyendo los artículos relacionados con los CENTROS ENERGETICOS.
Se trata de una serie de artículos que escribí para apoyar la promoción de un ciclo de talleres en los que explico y trabajo en profundidad la dinámica psicofuncional y energética de cada eje corporal.
🔍
[ Escribe en el buscador ' CENTROS ' y te aparecerá el listado]

encuentra más entradas
Por Fuensanta García Gil 15 de julio de 2020
¿cómo se integra la hipnosis ericksoniana en el camino de BAJAR AL CUERPO?
Por Fuensanta García Gil 22 de mayo de 2020
❝Cuando miro la imagen de la pinza sujeta en la gran tela, se me representa el siguiente simbolismo: La tela es la vida. La pinza es nuestra pretensión de controlar cualquier aspecto relacionado con la 'experiencia humana'. Imagino que de ahí sale la expresión de "se te va la pinza".❞
Por Fuensanta García Gil 9 de mayo de 2020
➲ MINI TEST ¿’Haya paz’ es tu primer apellido? ¿’Postergar’ es tu segundo nombre? ¿’Sin prisa’ es tu mantra? ¿’Lo que tú quieras’ es la expresión que más te acompaña en las relaciones? ¿Cuando tienes que pronunciarte, expresar lo que piensas o quieres... dices (o te dices internamente): "lo que diga la mayoría; lo mío no importa, ya me adapto; ya lo haré más adelante..." ¿Las personas de tu entorno te dicen frecuentemente que eres muy buena persona, que contigo se sienten cómodas y tranquilas, que les das mucha paz, que dan ganas de achucharte ? ¿Te dicen también: “por favor, pronúnciate!, di lo que TU quieres”? ¿Admites que tienes muy buenas ideas, pero evitas que el foco del reconocimiento caiga en ti por lo que procuras repartir los honores entre tus compañeros? ¿Llegas puntual a las citas, presentas tus trabajos en fecha, te planificas bien, pero todo ello no lo haces por atraer méritos y piropos, sino por tu propia tranquilidad y no caer en estrés? Posiblemente hayas contestado que sí a alguna, o a todas, de estas preguntas.... y es que tod@s tenemos algo de esta tendencia en nuestro repertorio caracterial. Sin embargo...​ Al margen de tu grado de identificación con las frases anteriores , debes saber que hay personas para quienes es muy (pero que muy) importante la sensación de estar en paz, tranquilas, a buenas con todo el mundo, ser uno más y no sobresalir para no caer en conflictos.
Por Fuensanta García Gil 8 de mayo de 2020
➲ MINI TEST ¿te consideras alguien absolutamente independiente y autosuficiente? ¿te ‘ponen’ los desafíos, el más difícil todavía, lograr eso que no ha hecho nadie antes? ¿te resulta fácil convencer a los demás, que te escuchen, que te sigan, que te vean como líder? ¿te ocurre que mientras tú te autopercibes como una persona clara, directa, que va de frente, fuerte, determinada, justa ... los demás vean en ti brusquedad, prepotencia, imposición, hasta te reprochen (quienes se atrevan) malos modos, grosería o intimidación? ¿tienes tatuado a fuego que en las relaciones, 'los otros están contigo o contra ti”, y ahi no admites puntos intermedios ni medias tintas? ¿te enerva ver ante ti personas indecisas e inseguras que te miran con temor? ¿y, a la vez, tienes un ‘puntazo’ protector que te lleva a acoger bajo tus ‘alas’ a l@s más débiles? ... hasta el punto de hacer tuyo eso de “yo por mi gente ‘m-a-t-o' ¿te encanta medir tu fuerza con otr@s en lo que sea que estés haciendo: trabajando, conversando, tomando una copa, jugando a tenis (como que expandes tu energía para autoafirmar tu mantra: “aquí mando yo”)? Posiblemente hayas contestado que sí a alguna, o a todas, de estas preguntas.... y es que tod@s tenemos algo de esta tendencia en nuestro repertorio caracterial. Sin embargo... Al margen de tu grado de identificación con las frases anteriores , debes saber que hay personas para quienes es muy (pero que muy) importante tener el poder, estar al mando, mostrarse fuertes y duras como una roca.
Show More
| busca entradas por palabras clave
[ etiquetas ]

Contacta conmigo