Terapia ¿si o no? [Lo que sujeta una pinza]
Fuensanta García Gil • 22 de mayo de 2020
Lo que sujeta una pinza
[hacer terapia en tiempos revueltos]
❝Cuando miro la imagen de la pinza sujeta en la gran tela, se me representa el siguiente simbolismo: La tela es la vida.
La pinza es nuestra pretensión de controlar cualquier aspecto relacionado con la 'experiencia humana'.
Imagino que de ahí sale la expresión de "se te va la pinza".❞
Estoy convencida de que si eres de los que -como yo- vivía con el anhelo (o llamémoslo 'ansia') de tenerlo todo bajo CONTROL, tu escala de valores ha vivido un 'zasca' importante en los últimos meses!
Cuando miro la imagen de la pinza sujeta en la gran tela, se me representa el siguiente simbolismo:
La tela es la vida.
La pinza es nuestra pretensión de controlar cualquier aspecto relacionado con la 'experiencia humana'. Imagino que de ahí sale la expresión de "se te va la pinza".
Visto así es obvio lo poco que puede hacer esa 'pinza' por mantener bien sujeta a la Vida.
La pinza lo intenta con buena intención. Se esfuerza en hacer su función: sujetar donde la colocan. Sin embargo, no se da cuenta del autoengaño en el que cae, pues una ráfaga de viento, la hará saltar por los aires, incluso la puede partir en dos.
Así veo yo lo que está sucendiendo en estos últimos tiempos.
Las pinzas con las que manteníamos nuestras vidas bajo control
y con las que sosteníamos nuestas creencias, objetivos, planes, valores... no andan tan seguras en la tela.
Desde esta reflexión y mi propias
'idas de pinza', he elaborado este escrito en el que hablo de los porqué creo yo que es una buena idea
hacer un proceso de terapia en estos 'tiempos revueltos'.
Puede que en estos días en los que muchas estructuras -internas y externas- se están tambaleando y alguna que otra pinza esté saltando por los aires, te plantees algo como:
¿Qué me aportará iniciar un proceso de terapia o coaching en estos meses de vuelta a la 'normalidad' tras el confinamiento?
¿para qué... si tampoco estoy tan mal?
Pues yo te contesto:
Si piensas en cómo era tu vida, tus valores, tus creencias, tus prioridades, tus relaciones... hace tan sólo 4-5-meses ¿ha cambiado algo? ¿cómo te sientes? ¿qué necesitas?
La vida nos pone frecuentemente a prueba y requiere de nosotros adaptabilidad y resiliencia.
Esa palabra tan rara -resiliencia- podría ser el apellido o el adjetivo de la habilidad a la cual has echado mano para afrontar esta cuarentena y su impacto en tu situación vital particular.
Ser resiliente no sólo es ser fuerte.
Es mucho más que eso. A veces ser fuertes y resistentes, nos resta resiliencia. Como todo en la vida, es un tema de actitud.
Tendría que ver con esa afirmación que dice:
"No es lo que me pasa, sino lo que hago con lo que me pasa".
Así que pregúntate: ¿cómo voy gestionando todas estas cosas que me están pasando en los últimos meses? ¿qué impacto está teniendo en mí, en mi estado de ánimo en mis relaciones?
Te sugiero que hagas una reflexión más:
Todo eso que te has respondido ¿lo percibes más como sensaciones en el cuerpo? ¿en tu estado emocional? ¿o quizás observas que está más en el plano de los pensamientos? ¿y cómo estás con todo esto?
Pueden parecerte preguntas muy raras, pero si dedicas unos minutos a ver cual es tu experiencia, puede que te sorprendas.
Es importante observar que hay varios factores que, en estos úlltimos meses, a casi todos nosotros nos ha tocado aceptar, sin opción a elegir ni ajustar a nuestro ritmo (y mucho menos) a nuestra necesidad:
- Se ha detuvo de repente nuestra actividad habitual. Tuvimos que hacer un stop obligado e imprevisto.#Quédateencasa fue el mensaje que con mejor o peor disposición asumimos.
- Tuvimos afrontar el distanciamiento social y relacional. Eso supuso dejar de ver y disfrutar de nuestra gente. Perdimos la libertad de interactuar para aprender a frenar el impulso del contacto.
- Y llegó el desconfinamiento y tuvimos que lidiar con nuestras ganas de 'volver a salir' con el 'resacón' de las semanas previas en los que nuestros organismos (nuestra cabeza, nuestros sistemas nerviosos, nuestra parte inconsciente...) se pararon en seco, se asustaron y tuvieron que reaprender asobrellevar el confinamientos. 'Síndome de la cabaña', lo llaman los expertos.
- Y no sólo es eso, sino que todo eso- el para off y el on- lo hemos asumido bajo la amenaza clara y contundente de que está en riesgo nuestra salud, la de los nuestros y demás personas de nuestro entorno.
Así, las circunstancias actuales nos han puesto -y nos seguirán poniendo- en contacto con dinámicas psicológicas que -por lo general- nos pasaban inadvertidas y a las que no solíamos poner demasiada conciencia.
Por ejemplo:
- De la noche a la mañana tu vida, tal como la tenías pensada, entró en stand by (con el matiz cualitativo que puede tener esto para cada experiencia subjetiva).
- Tu instinto de supervivencia -por lo general bastante anestesiado- se ha visto sacudido de repente, ante la evidencia de que algo ponía riesgo algo más que tu salud.
- Te diste de bruces con la sensación de amenaza y pérdida, tanto respecto a tus necesidades esenciales como ser humano (salud, seguridad, empleo, dinero, sexualidad...) , como a nivel de hábitos, rutinas, costumbres, pequeños o grandes placeres.
- Topaste de lleno con la incertidumbre, con la confusión y -posiblemente- con la sensación de falta de recursos.Súmale la posible pérdida del trabajo o tus condiciones se han modificado: por ejemplo pasando a teletrabajar o incluso a trabajar expuestos al virus.
- Inevitablemente has tenido que claudicar a la necesidad evidente de incorporar cambios en tus hábitos, creencias y valores. Todo ello de manera repentina y -muchas veces- con poca información de referencia.
- Posiblemente en algún momentos sentiste la necesidad de hacer un serio replanteamiento de tus prioridades, valores, hábitos de vida, relaciones, hasta quizás de tu enfoque profesional o de tu vida íntima.
- Relacionado con el punto anterior, seguramente se han despertado tus ganas de cambiar cosas, tomar decisiones, dar nuevos pasos... un impulso que su vez quizás topa con miedos o creencias que te limitan, confunden, boicotean y frenan.
- Y hay un factor añadido: tod@s lamentablemente hemos tocado con la necesidad de vivir un duelo. Esta palabra -duelo- no sólo va referida a asumir la pérdida de seres queridos. Si eso ha estado presente en tu vida en estos días ya es bien duro (y lo siento de corazón); el duelo también pasa por despedir y aprender a dejar atrás otros aspectos importantes para ti, como puede ser la pérdida de un trabajo, de hábitos importantes para ti, de valores que has visto tambalearse (ideas acerca del mundo, de la salud, de la seguridad...)
- y se mantiene la incertidumbre, la confusión, la desconfianza... sobre lo que pasará en otoño, sobre el efecto en la economía, los efectos colaterales de le enfermedad...
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¿sigo? a mi me parece que hay motivos objetivos para que tod@s estemos más/menos 'tocad@s' y tengamos algunos asuntillos que atender.
¿sigo? a mi me parece que hay motivos objetivos para que tod@s estemos más/menos 'tocad@s' y tengamos algunos asuntillos que atender.
Pues ya ves... y ante todo esto ¿te preguntas si es conveniente o no hacer un proceso de terapia?
Yo te aseguro que todos esos puntos que he nombrado, repercuten en las personas y lo hacen de muy distinta manera. Este impacto -más allá de lo propio de la situación vital de cada uno de nosotros- está en función del carácter, de las creencias (ideas que todxs tenemos acerca de nosotros mismos, de la vida....), de los recursos para la escucha y regulación del estado emocional, de la capacidad para darse cuenta de manera objetiva de lo que a cada uno le pasa.
No hace falta tener un problema o un síntoma concreto para iniciar un proceso de terapia o de coaching. Aprender a conocerte, atender lo que emocionalmente estás viviendo
(aunque internamente te digas que no 'notas nada') , descubrir tus patrones de relación y de comunicación, o los frenos o bloqueos que te impiden tomar decisiones o iniciar cambios... todo esto y mucho más, son los posibles aspectos que podemos trabajar en sesión.
* (y ahora también en formato online! ya que una de las cosas buenas que ha traído el confinamiento es que la mayoría de nosotros nos hemos familiarizado con comunicarnos en formato digital, convirtiendo el espacio entre pantalla y pantalla en una zona segura para la relación y la comunicación segura).
cod. 01.01.20
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➲ MINI TEST ¿’Haya paz’ es tu primer apellido? ¿’Postergar’ es tu segundo nombre? ¿’Sin prisa’ es tu mantra? ¿’Lo que tú quieras’ es la expresión que más te acompaña en las relaciones? ¿Cuando tienes que pronunciarte, expresar lo que piensas o quieres... dices (o te dices internamente): "lo que diga la mayoría; lo mío no importa, ya me adapto; ya lo haré más adelante..." ¿Las personas de tu entorno te dicen frecuentemente que eres muy buena persona, que contigo se sienten cómodas y tranquilas, que les das mucha paz, que dan ganas de achucharte ? ¿Te dicen también: “por favor, pronúnciate!, di lo que TU quieres”? ¿Admites que tienes muy buenas ideas, pero evitas que el foco del reconocimiento caiga en ti por lo que procuras repartir los honores entre tus compañeros? ¿Llegas puntual a las citas, presentas tus trabajos en fecha, te planificas bien, pero todo ello no lo haces por atraer méritos y piropos, sino por tu propia tranquilidad y no caer en estrés? Posiblemente hayas contestado que sí a alguna, o a todas, de estas preguntas.... y es que tod@s tenemos algo de esta tendencia en nuestro repertorio caracterial. Sin embargo... Al margen de tu grado de identificación con las frases anteriores , debes saber que hay personas para quienes es muy (pero que muy) importante la sensación de estar en paz, tranquilas, a buenas con todo el mundo, ser uno más y no sobresalir para no caer en conflictos.

➲ MINI TEST ¿te consideras alguien absolutamente independiente y autosuficiente? ¿te ‘ponen’ los desafíos, el más difícil todavía, lograr eso que no ha hecho nadie antes? ¿te resulta fácil convencer a los demás, que te escuchen, que te sigan, que te vean como líder? ¿te ocurre que mientras tú te autopercibes como una persona clara, directa, que va de frente, fuerte, determinada, justa ... los demás vean en ti brusquedad, prepotencia, imposición, hasta te reprochen (quienes se atrevan) malos modos, grosería o intimidación? ¿tienes tatuado a fuego que en las relaciones, 'los otros están contigo o contra ti”, y ahi no admites puntos intermedios ni medias tintas? ¿te enerva ver ante ti personas indecisas e inseguras que te miran con temor? ¿y, a la vez, tienes un ‘puntazo’ protector que te lleva a acoger bajo tus ‘alas’ a l@s más débiles? ... hasta el punto de hacer tuyo eso de “yo por mi gente ‘m-a-t-o' ¿te encanta medir tu fuerza con otr@s en lo que sea que estés haciendo: trabajando, conversando, tomando una copa, jugando a tenis (como que expandes tu energía para autoafirmar tu mantra: “aquí mando yo”)? Posiblemente hayas contestado que sí a alguna, o a todas, de estas preguntas.... y es que tod@s tenemos algo de esta tendencia en nuestro repertorio caracterial. Sin embargo... Al margen de tu grado de identificación con las frases anteriores , debes saber que hay personas para quienes es muy (pero que muy) importante tener el poder, estar al mando, mostrarse fuertes y duras como una roca.

➲ MINI TEST ¿te consideras una persona alegre, disfrutona, optimista, divertida, innovadora, soñadora? ¿tu mantra es 'si la vida te da limones, hazte una limonada'? ¿tu cabeza viaja constantemente al futuro (donde hay un mundo de infinitas posibilidades) por lo que te cuesta mucho centrarte en el presente? ¿te encanta hacer planes, pero te enfurruñas y te fastidia mucho ver como se frustran cuando todo eso tan genial y excitante que ideaste (y experimentaste!) en tu cabeza, al final no se cumple tal como tu habías pensado? cuando oyes las palabras 'límite' o 'compromiso ¿te sale un sarpullido ya que no soportas la idea de quedar enjaulad@, encajonad@ o que te corten las alas? y en el amor... cuando alguien te interesa ¿le haces sentir el centro del mundo (tu alias es 'encantador@ de serpientes?); ¿te pasa que también puedes perder el interés en un 'zas'? ¿es posible que te dé tanto miedo el compromiso que cuando sientes que la relación te está empezando a 'apretar', buscas cualquier excusa para romper (y si no, te la inventas) y huyes sin mirar atras? Posiblemente hayas contestado que sí a alguna, o a todas, de estas preguntas.... y es que tod@s tenemos algo de esta tendencia en nuestro repertorio caracterial. Sin embargo... Al margen de tu grado de identificación con las frases anteriores , debes saber que hay personas para quienes es muy (pero que muy) importante sentirse estimuladas, optimistas, libres.
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