Abrir puertas
Fuensanta García Gil • 16 de noviembre de 2018
Abrir puertas:
El cuerpo como herramienta para el autoconocimiento y el cambio

❝Decir que el cuerpo habla no es ninguna novedad.
Lo que para mí sí fue una novedad fue descubrir –hace ya algunos años- que mi cuerpo, todos los cuerpos, encierran mensajes que nos facilitan vivir una mejor vida.❞
Os contaba en otro artículo mi experiencia de vivirme a trozos y de cómo eso, en mi caso, me venía restando vitalidad y capacidad para disfrutar (me ) y para verme de una manera digamos que mínimamente realista. (y es que yo soy –o venía siendo- de las que se decapita rápido y es capaz de disminuirse como si tomara un elixir de esos que bebía Alicia en el país de las maravillas).
Para mí, aprender siempre ha sido una gozada. Soy curiosa y, aunque con muchos miedos, me he metido en formaciones que me han abierto un montón los ojos sobre el mundo y sobre mí…. Sin embargo, me daba cuenta de que solía haber una parte de mí que se resistía a dejar entrar y también a dejar salir. Yo me decía que esa parte mía era como un lagartija muy lista que se escabullía hábilmente cuando lo que me venía de fuera ya tocaba lugares ‘peligrosos’.
Hasta que un día abrí una puerta de cuyo interior ya no me era tan fácil escabullirme. Si, claro que podía irme, pero algo pasaba dentro de mí que me frenaba en mi impulso de escapar sin ver. Sucedía, por otra parte, que quedándome me sentía tranquila. Sabía que aunque a veces daba miedito, puro vértigo o me escocía, lo que venía -una vez atravesada la resistencia- era un montón de aprendizajes que ahora entraban también por mi cuerpo y me ayudaban a sentir más y mejor.
La puerta que abrí fue la de la exploración y la escucha de mi cuerpo.
Además por ahí también supuso la consiguiente reconciliación y reencuentro, pues andaba yo muy peleada con él.
Aprendí a quedarme en el cuerpo sin correr despavorida hacia arriba
(hacia mi cabecita) como aquella lagartija que os contaba! Y poco a poco llegó información nueva, nuevas perspectivas para ver lo que ya sabía, nuevas posibilidades para hacer algo diferente con todo eso, al tiempo que desplegaba nuevos recursos que ni imaginaba tener.
Y ya ha pasado algún tiempo de aquello y me siento muy contenta y satisfecha: especialmente tranquila, mucho más clara, más abierta, desplegada y confiada en mi relación conmigo y con el mundo.
Ahora el cuerpo -el mío y el de mis clientes- forma parte de la experiencia que como terapeuta, coach y formadora propongo y desarrollo cuando trabajo.
Y no se trata tanto de hacer cosas y moverse; se trata de aprender a mirar, escuchar, sentir, entender, dar espacio, reconocer y usar la información que nos brinda la experiencia de habitar nuestro cuerpo.
Nos perdemos pensando en que toda nuestra inteligencia está en la cabeza (que también es cuerpo). Por eso la agotamos, la sobre exigimos, la esclavizamos en una jornada de 24 horas x 365 días, cuando tenemos más inteligencias a nuestra disposición.
Así nos va.
Yo reconozco que estoy mucho en el pensar, entender, planificar, crear... pero cuando respiro profundamente y me bajo al cuerpo, las cosas me salen mejor. Pongo todo mi organismo a trabajar en equipo, y así es más divertido y gratificante.
Y poco a poco empezaron a moverse en mi las ganas de compartir esta experiencia mía. Y así nació un ciclo de talleres* monográficos que, en una primera etapa, empecé a construir con Javier Muro, para más adelante seguir sola.
El ciclo se llama CENTRA TU ENERGÍA y es un modelo de aproximación al trabajo corporal que sirva para entender nuestro mapa corporal y anclarlo a la idea de autoconocimiento y crecimiento personal y de cambio .
Cuando facilito talleres orientados al trabajo corporal , para mi es importante que los encuentros se estructuren en un modelo de talller pedagogico y experiencial. De este modo, combino un cuidado encuadre teórico con dinámicas y ejercicios. Y procuro que hayan momentos de todo: de escuchar, de movernos, de disfrutar y soltar, de profundizar y concretar, de integrar...
Desde mi experiencia personal, estos serían los 'titulares' que describen los 6 centros energéticos con los que trabajo:
- Con el primer centro
se trabaja la estabilidad, la confianza y la determinación. La conexión con la propia fuerza, el autoapoyo y la capacidad de poner/aceptar límites. Muy relacionado todo ello con la capacidad para materializar proyectos.
- Con el segundo centro aprendemos a dar espacio a la flexibilidad, la creatividad, la apertura al cambio. Trabajamos cómo es la vivencia personal acerca del derecho a disfrutar con lo que un@ hace y el derecho a cambiar. Relacionado ello con la vitalidad, el autocuidado, la conexión con la alegría de ser y estar, sin más.
- En el tercer centro abordamos el papel de las emociones como instrumentos que apoyan o frustran la materialización de las metas personales. Reconocimiento del poder personal, de las propias capacidades.
- En el cuarto centro exploramos el poder ser un@ mism@ desde la coherencia y la autenticidad. Cómo es conectar con tu mirada más incondicional hacia ti y los demás.
- El quinto centro nos ayuda a explorar y dar solidez a la capacidad de expresión más genuina y auténtica. Cuando el pensamiento y el entendimiento aflojan el control y dejan paso a funcionar desde la creatividad, la apertura y la fluidez.
- El sexto centro no conduce a aprender a confiar a dar un lugar a la intuición, aprendiendo a apoyarse en el observador interior.
Ya ves la cantidad de recursos que da el poner atención al cuerpo.
Ahora respira, afloja el cuello y deja que tu cuerpo se mueva un poco. Amplía tu atención a toda tu dimensión, desde la coronilla hasta la planta de tus pies.
Desde ahí observa qué te pasa. ¿Qué te iría bien a ti explorar?
Venga, baja a tu cuerpo
y me cuentas qué tal se vive ahí.
Sigue leyendo los artículos relacionados con los CENTROS ENERGETICOS.
Se trata de una serie de artículos que escribí para apoyar la promoción de un ciclo de talleres en los que explico y trabajo en profundidad la dinámica psicofuncional y energética de cada eje corporal.
Se trata de una serie de artículos que escribí para apoyar la promoción de un ciclo de talleres en los que explico y trabajo en profundidad la dinámica psicofuncional y energética de cada eje corporal.
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