Sobre los asuntos que se traen a sesión...
Fuensanta García Gil • 9 de julio de 2018
Sobre los asuntos que se traen a sesión...
Son muchas las razones por las que se puede recurrir a la ayuda terapeútica o al acompañamiento emocional:
Hay personas que cuando me explican qué las trae a mi consulta, me hablan de síntomas, sensaciones, de un determinado estado emocional
(falta de vitalidad y energía, poco ánimo, irritabilidad, tristeza, dolor físico, angustia, ansiedad, miedo, etc)
Otras personas me hablan de comportamientos,
cosas que sienten que hacen o no pueden hacer (indecisión, problemas en su comunicación o en su relación con otras personas, excesiva sumisión, dificultades con la autoridad, para poner límites, para disfrutar con lo que hace,...)
Otras personas me refieren la causa de su dificultad
y hablan directamente de problemas con la pareja, situaciones familiares complejas, estrés por culpa de un entorno manipulativo u hostil, inestabilidad laboral, etc.
Y todo está bien... son distintas -y personales- formas de poner la atención en lo que nos hace daño o en lo que no queremos en nuestra vida.
A mi esta manera de empezar me sirve de mapa para conocer un poco mejor a la persona que tengo delante y ver lo adecuado de 'entrar' por una u otra puerta.
El primer grupo
se ha desvinculado de la capacidad de hacer algo con eso que le pasa. Se han quedado atrapadas en la 'tela de araña' de sensaciones y emociones. Si bien no hay acción, no hay el impulso que dé expresión y libere toda esa carga.
El segundo grupo
sería el antagonista del primero. Est@s adolecen de la capacidad de sentir, de conectar con la emocionalidad que hay detrás de ese 'hacer' . Lo más fácil es que se apoyen en ideas y discursos acerca de lo que les ocurre, pero la anestesia emocional y corporal suele ser grande .
Aunque al final se 'dolerán' ya que partes de sí empezarán a inflamarse o contracturarse... aunque no acaben de asociar ese dolor o síntoma con el mensaje que éste encierra.
El tercer grupo, son los expertos en hablar y conceptualizar su experiencia. Tienen hilvanada una narrativa que describe su experiencia , identificando las 'causas ' y culpables' fuera de si. A veces hay conexión con alguna emoción o impulso, pero no hay conciencia de que lo que le pasa, le pasa a él/ella, y no en una pantalla de cine en la que se proyecta todo.
Y habrían otros grupos...
En cualquier caso, en esto del acompañar a otras personas hay que cuidar muy especialmente la escucha, la atención al lenguaje, las vías de comunicación y la resonancia. Si -por ejemplo- mi cliente me hablade una idea fija que le ronda, de que le da muchas vueltas a la cosas, de que su cabeza no para de pensar y viajar al futuro.... me está poniendo delante sus códigos y patrones, desde los cuales yo podré acompañarle para que así se segurice, amplíe su conciencia e incorpore nuevos recursos que le permitan gestionarse mejor y empezar a revincularse con su cuerpo y emociones.
Cuando este cliente me comparte su desasosiego al manifestarse los síntomas de ansiedad y angustia, lo comprendo perfectamente ya que sé de su dificultad para 'escuchar' lo que su cuerpo le está expresando. Entiendo su miedo y entiendo su impotencia.
Y siguiendo con este ejemplo (que es el caso de muchxs de mis clientes) sé lo que le voy a sugerir cuando me dice "¿cómo hago para dejar de pensar tanto?¿qué hago para que no me venga la ansiedad?".
¿Puedes intuir lo que le respondo?:
"Bajar al cuerpo!"
cod. 01.02.18
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➲ MINI TEST ¿’Haya paz’ es tu primer apellido? ¿’Postergar’ es tu segundo nombre? ¿’Sin prisa’ es tu mantra? ¿’Lo que tú quieras’ es la expresión que más te acompaña en las relaciones? ¿Cuando tienes que pronunciarte, expresar lo que piensas o quieres... dices (o te dices internamente): "lo que diga la mayoría; lo mío no importa, ya me adapto; ya lo haré más adelante..." ¿Las personas de tu entorno te dicen frecuentemente que eres muy buena persona, que contigo se sienten cómodas y tranquilas, que les das mucha paz, que dan ganas de achucharte ? ¿Te dicen también: “por favor, pronúnciate!, di lo que TU quieres”? ¿Admites que tienes muy buenas ideas, pero evitas que el foco del reconocimiento caiga en ti por lo que procuras repartir los honores entre tus compañeros? ¿Llegas puntual a las citas, presentas tus trabajos en fecha, te planificas bien, pero todo ello no lo haces por atraer méritos y piropos, sino por tu propia tranquilidad y no caer en estrés? Posiblemente hayas contestado que sí a alguna, o a todas, de estas preguntas.... y es que tod@s tenemos algo de esta tendencia en nuestro repertorio caracterial. Sin embargo... Al margen de tu grado de identificación con las frases anteriores , debes saber que hay personas para quienes es muy (pero que muy) importante la sensación de estar en paz, tranquilas, a buenas con todo el mundo, ser uno más y no sobresalir para no caer en conflictos.

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